“Cuando llegas a este albergue, sientes que
llegas a tu casa”. Este sentimiento es compartido por muchos hospitaleros
aquí. Algunos son “repetidores”, ya conocen esta casa. Y otros vienen por
primera vez. Una vez que llega el relevo, los compañeros se organizan, se
conocen, se sitúan… cuánto cuesta a veces marchar… Por eso se producen
despedidas largas, de personas que no quieren que llegue la hora de su bus, que
no llegue el momento de decir adiós… Y así ocurrió con este equipo (y con otros
tantos), donde unos llegaban, otros terminaban la tanda de vacaciones como
Sandra (nuestra hospitalera voluntaria de Valencia) y otros se despedían hasta
el próximo año.
A
todos… BUEN CAMINO Y GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!
Aitziber: “Esta es la tercera vez que vengo a este albergue
que tenemos en ANFAS. La verdad es que me lo paso muy bien aquí, se conoce a
mucha gente que viene de España como de fuera. Los voluntarios de apoyo que
están son bastante majos y simpáticos. Lo mismo puedo decir de mi compañero
Ramón con el que he estado estos días. Un abrazo.”
Ramón: “Soy de Bilbao y me alegro mucho de estar en el
albergue de ANFAS. Éste es mi segundo año y estoy contentísimo del grupo de
voluntarios con el que estoy. Mis amigos Aitziber, Fran y Amelia son majísimos
y los llevo a todos en mi corazón, siempre me acordaré de vosotros y de estos
momentos que hemos vivido aquí con los peregrinos. Un abrazo.”
Amelia: “Es la primera
vez que participo con ANFAS en esta experiencia del Albergue. Anteriormente
había colaborado en los campamentos de verano y los respiros familias. Y esto
del albergue me ha encantado. ¿Por qué? Porque reúne muchas cosas importantes:
Conocer a gente nueva que llega de distintos países y hablar con ellos. Los
hospitaleros (los chavales): gente súper autónoma que te sorprende con sus
verdades tan sencillas, pero que muchas veces no vemos. Todo esto bañado por el
encanto y el ambiente de “El Camino de Santiago”. Han sido tres días súper
intensos y muy enriquecedores. Por eso quiero daros las gracias por haberme
dejado compartir esta experiencia. Pero sobre todo quiero agradeceros el que
deis esta oportunidad a las personas con discapacidad de sentirse tan
realizados como hospitaleros: solo la sonrisa que se les pone en la cara y la
ilusión que ponen en todo lo que hacen, merece la pena. VOLVERÉ!!!!”
Fran: “Un año más me habéis hecho sentir un privilegiado disfrutando de la
magia del Camino aquí como hospitalero en este incomparable albergue, que junto
con los chicos y compañeros, hacen que sea mágico. Dámaris, Sara, Ainhoa,
Amelia, Ramón y Aitziber, gracias por ayudarme a seguir y por formar parte de
mi vida. Gracias a ANFAS por confiar en mí un año más, espero repetir el año
que viene. “Amigos por un/os días, recuerdos para toda la vida”
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