¡MUCHÍSIMAS GRACIAS VICTORIO! ¡ERES UN
ARTISTA!
Gracias por abrir tu corazón, por estar
atento a cada detalle, por encontrar lo mejor de cada persona, por encontrar la
esencia de este proyecto, de este lugar… por dar tanto y disfrutar (dar fruto)
en cada momento:
“Se comenta mucho que esta sociedad que tenemos está
en crisis, que cada vez es más individualista y menos humana. Puede ser, pero
también hay que reconocer que ha espacios donde esta teoría o idea se desmonta.
Un ejemplo de eso es nuestro albergue,
donde valores como humanidad,
solidaridad, se imponen sobre el individualismo y el egoísmo.
Para
empezar, en este albergue se ofrece a todo peregrino un vaso de agua con el
objetivo, ya no sólo de reponer líquidos o calmar la sed, sino como invitación a que esa persona se hospede aquí como si fuera su casa.
Luego,
se crea un ambiente donde se respira y se da lo anteriormente citado. Donde todo peregrino u hospitalero tiene la
oportunidad de ir dejando una parte de su ser como si fuera un miembro de la
familia.
Gracias a Marimar, Marina,
Ana Rosa, Ainhoa, Elena, Pedro, Ana, Marina y en especial a Luz (nuestra
peregrina lesionada), por haberme dado el honor y la oportunidad de pasar unos
días tan especiales en el albergue y que me han servido para cargar pilas de
ilusión y optimismo para lo que queda de año.
Marimar: dulzura.
Marina: Ilusión.
Ana Rosa: Energía.
Ainhoa: Vitalidad.
Elena: Paz, sosiego.
Pedro: Tranquilidad.
Ana: Equilibrio.
Marina: Confianza.
Luz: La experiencia de la vida junto con
vitalidad y juventud.
Gracias también a Ana, Ainhoa y Gabriela
por su velada musical.”