Hola a todos!!!
Hoy os vamos a dejar con el testimonio de Juncal, una hospitalera de apoyo que ha pasado unos días en nuestro albergue. Gracias a ella por su trabajo y también a Santi Estrada, que durante 4 días ha realizado una labor estupenda.
Jesús y Rodolfo se quedan todavía por aquí para seguir ofreciendo a los peregrinos toda la atención que precisen. Además, son varios los hospitaleros de Estella que acuden al albergue a hacer de anfitriones, ya que conocen al dedillo el albergue, su funcionamiento y además conocen bien los lugares y rincones de Estella. Así que gracias también, a Gorka, Adrián, Raúl, Manu, Kiko, Juan, Javi, Carlos, Nerea, Pili, etc.
Y por supuesto, a Áles, que sigue haciendo sus visitas guiadas por Estella, ofreciendo también su hospitalidad y amabilidad.
Así que MUCHAS GRACIAS a todos y buen Camino!!!
Soy Juncal y estoy pasando unos días en el albergue como hospitalera de apoyo y esto es maravilloso. Llegué aquí el viernes y me recibieron muy bien Álvaro y Antonio. Nos dimos el paseo matutino y me enseñaron todo lo que hay que hacer por las mañanas antes de recibir a los peregrinos. El sábado ya no estaban ni Álvaro y Antonio, pero estuve con Sergio y Juan Cruz el sábado y domingo. Fue un fin de semana genial!! Además, llenamos el albergue para las 15.30, y lo más curioso era que no apareció ningún español ese día. Había alemanes, italianos, franceses y una coreana.
No sólo fue genial porque el albergue estaba abarrotado, sino porque jugamos al monopoly con Sylvia, una alemana muy simpática que nos hablaba en inglés y le enseñamos a decir "casica" además le hacía gracia la palabra jeje. Y también jugamos con ella al parchís y, todo hay que decirlo, nos ganó. El domingo, aunque con menos gente y más tranquilo fue un día muy bueno. Seguía con la maravillosa compañía de Sergio y Juan Cruz y con las visitas de Mari. Genial. Además había dos españoles muy majos que hasta nos hicieron la cena. Espaguetis y pizzas! Así ya se puede. Ayer lunes fue quizá el día mas raro. Sergio se fue a las 6am y Juan Cruz a las 15.15. Me dio mucha pena quedarme en el albergue sin que ellos estén. Ha sido un finde muy agradable a su lado.
Tengo dos nuevos compañeros: Rodolfo y Santi. Aunque yo estaba un poco triste, Mari me alegró porque me llevó a ver la fuente del vino y el manantial de agua salada. Para qué mentiros, me hubiese encantado ir con Sergio y Juan Cruz, pero me lo pasé muy bien y me mojé los pies con el agua que es salada pero las mujeres que allí estaban y Mari la llaman el agua sosa.
Y cuando volví enganché con la famosa visita guiada de Áles que se merece toda la fama que ya tiene. ¡¡Es realmente genial! ¡Impresionante! Conoce cada rincón de las fachadas, cada detalle de la historia, cada iglesia... TODO! Lo que más me impresionó era que cuando nos pusimos en la puerta del ayuntamiento en el medio, y sólo en el medio de la puerta se veía entre casa y casa una cruz. Áles se las sabe todas!! Me quedé realmente impresionada al igual que nuestros amigos Josefa y Marco de Canarias que estaban también en la visita y que nos invitaron a un refresco y una "alpargata".
Y nada más queridos amigos, voy a empezar la rutina de las mañanas en el albergue que, para mí es: Desayuno, ducha, habitación, comprar el pan y el periódico, recoger compra, preparar las camas de los peregrinos y... ¡esperarlos para tratarlos lo mejor posible!
Un saludo
JUNCAL
