¡Buen
Camino peregrinos/as, amigos y hospitaleras/os!
Alberto
y Marino comparten hoy con nosotros su experiencia en el albergue. Quizás esta
frase pueda expresar, de otra manera, todo lo que ellos han vivido estos días:
“No basta con compartir
las ideas con el prójimo. Se ha de compartir vida.”
Sin
duda, creemos en un mismo proyecto, compartimos sus ideas, lo que pretende…
Pero una vez se llega al albergue; todo cambia. Los pensamientos se convierten
en experiencias, las ideas pasan a ser vida. Y tenemos la suerte de poder
vivirlo juntos/as.
Alberto:
Mi experiencia en el albergue ha
sido muy gratificante. Con mis
compañeros he estado muy a gusto: con Karmentxu hacíamos unas comidas muy ricas
y nos ha apoyado muy bien; y con
Ione nos entendíamos con los extranjeros y ha
sabido comprendernos y acompañarnos. Marino ha sido un gran amigo; servicial, alegre y divertido.
Gracias a la compañía hemos pasado muy buenos ratos; también con los
peregrinos. Con ellos vimos un partido de fútbol y también echamos partidas
al parchís etc.
Estoy muy satisfecho de haber compartido esta experiencia con estos
compañeros.
Espero volver otra vez.
Marino:
Me he sentido como en casa; he conocido a
gente de muchos países y me marcho
con mucha pena por lo bien que me habéis
acogido. Karmentxu y Ione me han parecido muy simpáticas y me he sentido
muy apreciado por los tres compañeros.
Los peregrinos son muy cariñosos;
igual que Selene, la chica que se encarga de la limpieza del albergue.
Me acordaré de los días que hemos
ido a la piscina y de las patatas a la riojana.
Y para mis dos compañeras, os
dejo este poema:
“Sois como un jardín lleno de rosas y margaritas.
A una tarta de fresas os parecéis.
También a las cocineras de Navarra y a las profesoras
de Tudela.”
Bueno, me despido con mucho cariño y me voy con mucha pena.
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